Abordar la migración y la migración de retorno desde una perspectiva de género implica tomar en cuenta las experiencias y necesidades diferenciadas de las mujeres y otras personas de diversa orientación sexual, identidad y expresión de género, y características sexuales (SOGIESC, por sus siglas en inglés), quienes pueden enfrentarse en mayor medida a situaciones de vulnerabilidad. Es importante también la noción de interseccionalidad, dado que la vulnerabilidad puede acentuarse por la intersección de múltiples discriminaciones basadas en la raza, origen étnico, situación socioeconómica, nacionalidad, edad, el estatus migratorio, entre otras.
Bajo una perspectiva de género e interseccional, se identifican brechas de género y de relaciones desiguales de poder que obstaculizan procesos de (re)integración sostenibles y exitosos, por lo que su aplicación es central para plantear acciones que sean pertinentes al empoderamiento y protección de mujeres, personas de diversa SOGIESC, así como otros grupos que pueden enfrentarse a mayores grados de vulnerabilidad, en las sociedades receptoras o de origen.